lunes, 7 de febrero de 2011

El diente de Oro de Generacion en Generación

Sentados sobre cartones en una banca del parque central de Colón se vislumbra a lo lejos unas sonrisas resplandecientes de chispas de oro, haciendo alarde en una profunda y amena conversación, Fernando Russer define su diente de oro de más de 50 años como parte de su estilo y belleza propia, mientras que Jeffrey Donalson siente que para brillar es necesario más de uno solo, así que opto por colocar oro a sus cuatro dientes frontales.
Estos dos encantadores personajes nos dejaron adentrarnos y  conocer un poco más acerca de esta curiosidad transmitida de generación en generación, pues los hijos de Russer siguen la misma tradición, él nos cuenta que para aquel entonces trabajaba en la zona del canal de Panamá y la primera inversión que realizó con su primer sueldo fue la lámina de oro para su diente, valorada en solo 8 balboas, precio que según él ha aumentado considerablemente en nuestros tiempos, ahora cuestan entre 50 y 60 balboas, Expresó.
Conversando un poco más con nuestro otro protagonista Donalson, descubrimos que era el papá del recordado reggaesero “Chichoman”, este descendiente del negro afroantillano, habla a la perfección inglés y español, y se confesó fanático del periódico Star and Herald, una de las primeras ediciones del que hoy llamamos la Estrella de Panamá.
Como surge el diente de oro
En sus inicios surge como la solución a la perdida de una parte de la dentadura; sin embargo con el tiempo se consolido como una prenda por estilo estético volviéndose un estereotipo de moda en los sectores populares, o bien en otros países como un símbolo de estatus.
Es parte de un proceso odontológico
El diente de oro es parte de todo un proceso odontológico, donde se toma una impresión total de la dentadura para facilitar la adhesión de la corona dorada al diente con una resina especial sin afectar el derecho de la mordida; su durabilidad es garantizada y lo mejor es que no requiere de mayor cuidado oral ni sofisticados procesos de cepillado.
En colón es la moda que nunca pasa de moda, pues por donde quiera que vayas hombres, mujeres, adolecentes, famosos reggaeseros y hasta celebridades del deporte miran y sonríen y el diente de oro vuelve a brillar, como dice Rubén Blades.

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